¿PODRÍAN EL JUDAÍSMO, EL CRISTIANISMO Y EL ISLAMISMO PONERSE DE ACUERDO
EN UN SOLO DIOS?
por
Pierre Bittar
Abril de 2013
El judaísmo, el cristianismo y el islamismo son tres religiones monoteístas. Actualmente, su número total de seguidores corresponde a más del 56% de la población mundial. Aunque existen muchas controversias entre ellos, tienen en común el mismo padre. Todos ellos son descendientes de Abram. Esto significa que ellos deben creer en el Dios de Abram, y en lo que Él escribió en la Biblia acerca del pacto entre Él y los descendientes de Abram que está escrito en Génesis 17:7.
"Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti."
Este importante versículo debe ser considerado por estas tres religiones dominantes como una piedra angular para cualquier futura reconciliación entre ellas. Porque Dios, que lo sabe todo de antemano, previó nuestros conflictos actuales y Él espera que Sus hijos, un día, tengan la sabiduría para unirse y hagan uso de su profecía ya mencionada para construir un debate constructivo, es decir, un intercambio que disipará sus diferencias y los reunificará como hijos de un solo Dios.
Estas tres religiones monoteístas también tienen en común el conocimiento de quién es Dios. Ellos saben que Él es eterno. Siempre ha sido y siempre será. Ellos saben que Él es omnipresente, lo que significa que Él siempre está en todas partes, que Él puede estar al mismo tiempo con cada uno de nosotros dondequiera que estemos. Él es omnisciente, lo que significa que Él sabe todas las cosas y conoce a cada una de sus criaturas por su nombre, y Él incluso sabe el número de hebras de cabello de cada uno. Él conoce nuestros pensamientos más profundos y el estado de nuestras almas. Él puede hablar, leer y escribir todas las lenguas humanas, Él conoce nuestras necesidades, y Él inspira a los científicos, músicos y artistas a inventar o crear lo que sea necesario para cumplir con las necesidades y el disfrute Sus criaturas. También es omnipotente; su poder supera nuestra imaginación. Él creó el universo simplemente diciendo “Hágase”, la luz, la tierra, los océanos, la vegetación, los animales, las aves, los peces, etc., y todo fue hecho. La obra maestra de su creación es la raza humana. Él nos creó a su imagen y semejanza. Él nos dio el privilegio de la procreación, un privilegio que Él no concedió a Sus ángeles. Dios es amor, sabiduría y bondad. Él es nuestro Padre Celestial. Cualquier sentimiento bueno, el amor o la sabiduría que percibimos proviene de Él y todo conocimiento, inteligencia o talento que tenemos proviene de Él. Nada que sea malo proviene de Él y cuando realizamos malas acciones como matar, odiar, engañar o robar bienes o la dignidad del prójimo, esto le hiere y le hace sufrir. Él nos dio Sus Diez Mandamientos para guiarnos y protegernos de los ataques de Satanás. Dios nos ama con un amor sin límites y desinteresado y del mismo modo Él desea que lo amemos y nos amemos unos a otros. Podemos hablar durante horas acerca de la bondad de Dios y lo que puede hacer, pero nunca vamos a entender cómo lo hace. Está más allá de nuestras limitadas mentes humanas. Sabemos que Él es eterno, pero tenemos dificultades para imaginar cómo podría ser la eternidad sin tener principio
ni fin.
Desde el tiempo de Abram hasta ahora, han ocurrido muchos sucesos. El judaísmo se remonta a más de 3.700 años, el cristianismo 2.000 años y el islamismo 1.390 años. Después de tanto tiempo, con intervalos de cientos de años entre cada una de ellos, no cabe duda de que el pacto establecido entre Dios y los descendientes de Abram, no solo ha sido olvidado, sino que también se ha roto. Desafortunadamente, este pacto quebrantado se puede ver hoy en todas las guerras y los conflictos entre las naciones de Dios.
¿Hay alguna esperanza de que este pacto quebrantado pueda ser restaurado algún día? Tal vez sí y tal vez no. Lo que sabemos con certeza es que, al final de los tiempos, Dios tendrá el control total y castigará a aquellos que son la causa de haber quebrantado el pacto y alterado Su Palabra.
Con estos 3.700 años de historia detrás de nosotros, y la variedad de opiniones y creencias entre conservadores, radicales y extremistas dentro de cada religión, es casi imposible encontrar puntos en común en los que todos estén de acuerdo.
Lo que también hay que tener en cuenta es la existencia de un poder satánico que tiene como objetivo luchar contra el plan de Dios. Mientras nos sometemos a este poder del mal, las guerras y la destrucción continuarán cayendo sobre nosotros. Dios nos dio el don del libre albedrío. Nuestro destino está en nuestras manos. Podemos seguir matándonos entre nosotros a través de estas guerras estúpidas hasta el fin de los tiempos o podemos disfrutar viviendo juntos en paz.
Hasta donde sabemos, solo existen dos hechos históricos que podrían ser la causa de nuestras diferencias.
1) LOS DESCENDIENTES DE ABRAM
La historia completa se puede leer en la Biblia en Génesis 15 al 18. He aquí un resumen de este relato histórico:
En su vejez, Abram no tenía hijos y, en una visión, el Señor prometió a Abram una gran extensión de tierra desde Egipto hasta Iraq, para él y sus descendientes. Su esposa Sarai, también anciana y que no había dado a luz niño alguno, se dio cuenta de lo triste que Abram estaba y le propuso que se acostara con su esclava egipcia Agar, con la esperanza de construir una familia a través de ella. Abram estuvo de acuerdo y se acostó con la esclava de Sarai. Cuando Agar supo que estaba embarazada, comenzó a despreciar a su señora. Esto molestó a Sarai, quien se quejó con su marido. Abram dijo a su esposa: "Haz con ella lo que mejor te parezca."
Así que Sarai maltrató a Agar y ella finalmente huyó. El ángel del Señor encontró a Agar y le dijo: "Vuelve a tu señora y sométete a ella." También le dijo: "Has concebido y darás a luz a un hijo, Y le pondrás por nombre Ismael porque Jehová ha oído tu aflicción. Será un hombre fiero, su mano se levantará contra todos, y la mano de todos contra él; y habitará delante de todos sus hermanos." Entonces Agar dio a luz a Ismael, hijo de Abram quien tenía 86 años en ese momento. Trece años más tarde, cuando Abram tenía 99 años y Sarai 90, el Señor se apareció a Abram y le dijo que Él bendeciría a Sarai y ella le daría un hijo y su nombre sería Isaac. Dios también le dijo a Abram que no se preocupara por Agar porque ella sería la madre de las naciones de donde vendrían los reyes de los pueblos.
Esta historia puede explicar en parte la razón de la hostilidad que se siente hoy entre el islamismo y el judeo-cristianismo: El islamismo fue fundado por los descendientes de Ismael y el judaísmo y el cristianismo fueron fundados por los descendientes de Isaac. Existen otras razones para el conflicto que también se desarrollará más adelante.
2) EL ANUNCIO DE LA MORADA DE DIOS CON NOSOTROS EN LA TIERRA
Fue hace 2.700 años (y 700 años antes de la morada de Dios entre nosotros como Jesucristo) que Él anunció a su pueblo su venida a la tierra. Hizo este anuncio en el Antiguo Testamento de la Biblia a través de sus Profetas. ¿Por qué quería venir a la tierra? La respuesta es a causa de Su infinito amor por nosotros. Su amor desinteresado lo obliga a conceder libre albedrío a cada uno de nosotros, en el día de nuestra concepción. El libre albedrío es la libertad de elegir entre obedecerle o desobedecerle. Debido a la falta de madurez, por un lado, y el poder del mal que está a nuestro alrededor, por otro lado, nuestros antepasados Lo desobedecieron y así lo hicieron todas las generaciones humanas que siguieron. Dios ha intentado, a través de Su Sagrada Escritura, mostrarnos la manera correcta de vivir y nos dio los Diez Mandamientos para guiarnos en esa búsqueda. Sobra decir, que esto tampoco funcionó. Las criaturas negaron su Creador e incluso se olvidaron de su existencia. Dios podría habernos abandonado o podría haber destruido el poder maligno para salvarnos, pero esta no es la naturaleza de nuestro Dios. Él no quiere forzarnos a que lo amemos. Él quiere que nosotros decidamos. Pero Él también entiende nuestras debilidades y sabe las dificultades que tenemos para creer en lo que no vemos. Así que decidió habitar entre nosotros, mostrarnos el camino y demostrarnos a través de los milagros que Él es nuestro Dios vivo. También quiso salvarnos de nuestros pecados que conducen nuestras almas y espíritus a una muerte eterna. Por lo tanto, con el fin de dejarnos preparados para su venida, Él anunció, a través de sus profetas en la Santa Biblia, más de 350 profecías que abarcan los sucesos más importantes que se producirían durante esta manifestación única y sin precedentes de Él mismo entre sus criaturas en la tierra.
Estas profecías son muy importantes para todo el pueblo de Dios. Si la mayoría de nosotros no estamos familiarizados con ellos en la actualidad, eso se debe a que la invención de la imprenta ocurrió recién hacia el año 1440. Esto significa que cuando el cristianismo y el islamismo se fundaron, sus fieles (y el público en general) no poseían una Biblia impresa para enriquecer sus conocimientos. Ellos no tenían conocimiento de todos los hechos y todavía no son conscientes hasta ahora de ello a pesar de que la Biblia es muy accesible. Todo el mundo entiende que nuestras ocupaciones y responsabilidades familiares hoy en día no nos dejan mucho tiempo para consolidar nuestra fe a través del estudio de la Biblia.
Para ayudar a aquellos que están dispuestos a desarrollar su fe y que no disponen de suficiente tiempo para buscar las 350 profecías mencionadas anteriormente, aquí hay 33 profecías seleccionados que les ayudarán y también convencerán a los que aún tienen dudas sobre el nacimiento, crucifixión, muerte, resurrección y ascensión de Jesús.
SU NACIMIENTO: Isaías 7:14, Isaías 9:06, Isaías 8:8, Salmo 22:9, Salmo 72:10-11, Salmo 89:27, Miqueas 5:2, Daniel 9:25
SUS ENSEÑANZAS: Salmo 78:2, Isaías 9:1-2, Isaías 48:6-7, Isaías 48:17,
Isaías 61:1
SUS MILAGROS: Isaías 35:5-6, Isaías 42:7
SU TRAICIÓN: Salmo 35:11, Salmo 41:9, Salmo 55:12-14, Zacarías 11
SU CONDENA: Salmo 31:13
SU HUMILLACIÓN: Salmo 18:6, Salmo 88:3, 6-9, Isaías 50:3, 6
SU CRUCIFIXIÓN: Salmo 22:14-18, Isaías 53:5-8, Zacarías 12:10
SU MUERTE: Salmo 31:5
SU ENTIERRO: Isaías 53:9, 12
SU RESURRECCIÓN: Salmo 118:17-18, Isaías 25:8, Isaías 26:19
SU ASCENSIÓN: Salmo 68:18, Daniel 7:13-14
Todas estas profecías, así como las 350 profecías acerca de la venida de Dios a la tierra, están escritas en el Antiguo Testamento de la Biblia y en la Torá judía. En otras palabras, las tres religiones monoteístas se interesan por las profecías. Por tanto, cualquier desacuerdo sobre las Escrituras puede convertirse fácilmente en un acuerdo después de tenerse una discusión amistosa.
Desafortunadamente, las discusiones serias no ocurren en los niveles superiores. Por lo tanto cualquiera mala interpretación puede generar conflictos debido a una falta de comunicación.
El centro de todas las controversias entre los cristianos y los judíos, por un lado, y de los cristianos y musulmanes, por otro lado, es el nacimiento del Mesías, que también es llamado el Hijo de Dios o Dios encarnado. Los judíos creen en el Mesías, pero, para ellos, el Mesías no ha venido aún. Los musulmanes están de acuerdo en que Jesús nació milagrosamente de una virgen, pero, para ellos, no es el Hijo de Dios. Él es un profeta como su profeta Mahoma.
Empecemos con el nacimiento, que es el centro de todas las controversias. En el libro de Isaías, Dios ha explicado muy claramente que porque Él habitó entre nosotros como Dios no significa que Él es dos Dioses. Esto es muy claro en todas las profecías de Isaías.
EL PADRE Y EL HIJO SON UN SOLO DIOS
ISAÍAS 7:14
Por lo tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel (Immanuel en hebreo).
Immanuel es la contracción de dos palabras hebreas: Im que significa "con", Man que significa "nosotros," y U'El que significa "Dios." ¡Dios está con nosotros!
Esta explicación confirma que el Hijo es Dios.
ISAÍAS 9:6
Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz.
En esta segunda profecía, Dios confirma que:
El Hijo es Dios (Él será llamado Dios fuerte).
El Hijo es el Padre (Será llamado Padre eterno).
El Hijo es Jesús (Él será el Príncipe de Paz, que en hebreo también significa "Dios es salvación" o Yeshua, que en español es Jesús o Salvador).
Isaías 9:6 es muy claro y puede confirmar los siguientes testimonios a cualquiera:
a) El Padre y el Hijo son un solo Dios.
b) Hay un solo Dios que es Padre e Hijo.
c) Jesús y Dios son uno.
d) Jesús es el Padre y el Hijo.
De los versículos anteriores, hemos visto que el Antiguo Testamento de la Biblia ha dado testimonio de que el Padre y el Hijo son uno. Veamos lo que dijo Jesús en el Nuevo Testamento (también llamado "el Evangelio" o "la Buena Nueva").
JUAN 10:25, 30
Los judíos se habían reunido en torno a él, diciendo: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente." Jesús les respondió: "Os lo he dicho, y no creéis. Las obras [milagros] que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí, el Padre y Yo uno somos."
Juan también escribió una afirmación similar en una situación diferente, cuando uno de los discípulos más cercanos de Jesús le pidió que les mostrara al Padre.
JUAN 14:8-10
Felipe le dijo: "Señor, muéstranos el Padre, y nos basta." Jesús le dijo: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo, pues, dices tú: ‘Muéstranos el Padre’? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que vive en mí, él hace las obras."
EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO SON UN SOLO DIOS
Sabemos que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios: (Génesis 1:28).
Sabemos que somos cuerpo, alma y espíritu (1 Tesalonicenses 5:23).
El cuerpo de Dios en la carne ha sido revelado a nosotros en Jesucristo.
El alma de Dios ha sido mencionada por Jesús a sus discípulos poco antes de ser detenido y traicionado por Judas en Mateo 26:38: "Mi alma está muy triste, hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo."
El Espíritu de Dios es el Espíritu Santo que Él nos envió después de su ascensión al cielo. Él dijo explícitamente a Sus discípulos en Juan 16:12-15 que el Espíritu Santo recibiría, de Él, lo que Él daría a conocer a ellos. Él lo dijo de esta manera: "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad [el Espíritu Santo], él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío y os lo hará saber."
Lo que es muy explícito en estos versos de Juan es la confirmación de la unidad de Dios con su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo. Todos ellos son un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Podemos decir: Así como Jesús es la revelación de Dios en la carne, el Espíritu Santo es la revelación de Dios en el espíritu.
Ahora que hemos visto que los cristianos creen en un Dios, aunque Él se encarnó en la carne y Su Espíritu está sobre nosotros, no es ni tres dioses ni un Dios subdividido.
Veamos ahora cuál es la naturaleza de los desacuerdos entre el judaísmo y el cristianismo, por un lado, y del islamismo y el cristianismo, por otro lado.
JUDAÍSMO Y CRISTIANISMO
ACUERDO:
Los judíos creen en la venida del Hijo de Dios o el Mesías.
DESACUERDO:
Para los judíos, el Mesías aún no ha venido. Todavía esperan su llegada.
COMENTARIO:
Isaías 9:6, menciona anteriormente que fue anunciado hace 2.700 años, pero el pueblo judío sigue esperando. Esto quiere decir que rechazan el hecho de que Jesús, que vino hace 2.000 años, fue y es el Mesías.
Pregunta 1: ¿Qué pasó con la Biblia judía? ¿Por qué se le dejaron de hacer adiciones? ¿Escucharon acerca de otros profetas después del nacimiento del Mesías?
Pregunta 2: ¿Por qué, un año después del nacimiento de Jesús, su rey, Herodes, ordenó la matanza de todos los niños en Belén y en sus alrededores, que tuvieran dos años o menos? ¿Era porque había oído sobre el nacimiento del futuro rey de Israel? ¿Acaso él no cometió esta terrible masacre por miedo a perder su trono?
Pregunta 3: Alrededor de 29 años después de esa masacre, ¿no presenciaron los judíos el ministerio de Jesús en su vida diaria? ¿No vieron sus milagros, incluyendo la resucitación de personas días después de su muerte? ¿No lo interrogaron para ver si Él era el Mesías? ¿No afirmó que Él lo era? ¿Acaso no intentaron arrestarlo varias veces, pero fracasaron debido a que su pueblo ya había descubierto que Él era el Mesías y lo protegían? ¿No lo atraparon finalmente en el jardín de Getsemaní? ¿Acaso no le acusaron falsamente ante Pilato, el gobernador romano que dejó que sus soldados lo humillaran y finalmente lo crucificaran, como un criminal en la cruz, a pesar de que sabían que Él era el Mesías?
Pregunta 4: ¿Por qué el total de los que creen en Él es alrededor de 2,3 mil millones de cristianos, y el total de los judíos que no creen en Él es ahora solo 15 millones?
ISLAMISMO Y CRISTIANISMO
Argumento 1: Ellos reconocen a Jesús y reconocen que Él nació milagrosamente de una virgen. Pero, para ellos, él no es el Hijo de Dios. Es un profeta como Moisés, Abram o Mahoma.
Respuesta 1: Ellos probablemente no han leído Isaías 9:6, ya explicado en la sección anterior titulada "El Padre y el Hijo son un solo Dios."
Argumento 2: Ellos creen que Jesús fue condenado a ser crucificado, pero que Él no fue crucificado. Él se salvó milagrosamente.
Respuesta 2: Deberían leer esas profecías acerca de Su crucifixión, muerte, sepultura, resurrección y ascensión enumeradas en la sección anterior titulada "El anuncio de la morada de dios con nosotros en la tierra."
Argumento 3: Ellos creen que el Hijo de Dios vendrá de nuevo y luchará contra el anticristo poco antes de los últimos días, pero el Hijo de Dios no será Jesús.
Respuesta 3: También en este caso, deben leer Isaías 7:14 e Isaías 9:6 los cuales se han explicado detalladamente en la sección anterior, "El Padre y el Hijo son un solo Dios."
Argumento 4: Consideran que el Ángel Gabriel es el Espíritu Santo.
Respuesta 4: Deben leer Juan 16:12-15 en la sección anterior, "El Padre y el Hijo son un solo Dios." Probablemente han leído únicamente Juan 16:12-13 y no han leído lo que Jesús dijo en el versículo 14: "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." También omitieron leer lo que Jesús dijo en el versículo 15: "Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber."
Argumento 5: Ellos creen que Jesús no afirmó ser Dios.
Respuesta 5: Jesús dijo muchas veces: "Yo y el Padre uno somos." Ver Juan 10:25-30 y Juan 14:8-10, que han sido enumerados en el apartado anterior, "El Padre y el Hijo son un solo Dios."
Argumento 6: Ellos creen que el espíritu de la verdad mencionado anteriormente, en Juan 16:7, que también se interpreta en otras Biblias como "paráclito" o "ayudante" es una profecía de la venida de Mahoma.
Respuesta 6: Una vez más no continuaron la lectura de los versos que quedan después de Juan 16:7. Si hubieran seguido leyendo Juan 16:7-15, habrían recibido la explicación en Juan 16:14-15 como ya se ha explicado aquí en el argumento 4. De este modo, habrían encontrado la verdad y no habrían malinterpretado o falsificado la palabra escrita de Dios en la Santa Biblia.
Argumento 7: Ellos creen que el Dios trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) es una negación del monoteísmo.
Respuesta 7: Tienen que leer la explicación en la sección anterior "EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO SON UN SOLO DIOS."
Argumento 8: Ellos creen que Jesús, como Mahoma, dieron una lección del monoteísmo cuando Él dijo en Marcos 12:29, "El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es."
Respuesta 8: Esto es cierto. Jesús siempre dice que hay un solo Dios. Él nunca dijo que Él es un segundo Dios. Siempre confirmó que Él y el Padre son uno, lo cual también ha sido explicado plenamente en todas las profecías. Lean Isaías 9:6 en la sección anterior, "El Padre y el Hijo son un solo Dios."
Comentarios: De la discusión anterior, podemos concluir que el conocimiento musulmán sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento es muy superficial y parcial. Esto se puede entender por el hecho de que el islamismo se inició en el siglo 16. En ese momento, las Biblias no estaban disponibles al público en general. Por ejemplo, la traducción al árabe de la Biblia únicamente estuvo disponible en el siglo 19. La mayor parte de su conocimiento se basa en la comunicación oral. Esta falta de un conocimiento sólido ha creado muchos malentendidos y contradicciones al comparar su fe con el cristianismo. Si estudiamos los puntos de desacuerdo anteriores, podemos observar y evaluar las razones. Si ellos leen cuidadosamente la Biblia, la cual ya está disponible en muchos idiomas, sin duda serán mucho más realistas en todas sus críticas.
CONCLUSIÓN
Espero que las explicaciones anteriores hayan brindado algunas respuestas y aclaraciones a aquellos que buscan la verdad. Dios sabe que la mente humana tiene sus limitaciones. Él sabe que algunas personas están confundidas. A pesar de que creen en Él como nuestro Dios en el cielo, tienen dificultades para creer que estuvo entre nosotros en la carne hace 2.000 años. Para estas personas, Dios escribió en Juan 14:1, "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí," y en Juan 10:30 Jesús dijo: "Yo y el Padre uno somos," y en Juan 14:6 Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Esta última frase dicha por Jesús requiere de una pequeña explicación. Sabemos que Jesús y el Padre son uno. Sabe que creemos en Él como un Padre, pero también quiere que creamos en Él como nuestro Salvador. Piense en ello. El Dios Todopoderoso se humilló y vino a esta tierra para salvar nuestras almas y espíritus de una muerte eterna. Fue humillado y crucificado como un criminal en la cruz por nuestros pecados. Él se sacrificó a sí mismo como un cordero, que derramó Su sangre para limpiar nuestros pecados, y después de todo lo que sufrió por nosotros, ¿qué es lo que recibe a cambio? El rechazo y la negación. ¿No le parece que los que lo niegan como Salvador no merecen ser salvados por Él? Todo lo que Dios pide de nosotros es que lo reconozcamos como nuestro Salvador. No porque Él está buscando el reconocimiento; Él no necesita eso. Más bien, Él necesita nuestra confianza y fe para llevar a cabo su acción salvífica, una acción que no puede cumplirse a menos que realmente creamos en Él como nuestro Salvador. Tenemos que entender que el lavamiento de nuestros pecados es un milagro que Dios puede lograr solo si se participa en el milagro, creyendo en Él. La importancia de nuestra creencia puede verse cuando Jesús realizaba sus milagros. Si los ciegos pudieron ver y los paralíticos fueron capaces de caminar, si el mudo pudo hablar y el sordo oír, y si se curaron los leprosos, fue solo porque creyeron en Él. Siempre fue por la fe de la gente en Jesús que se salvaron.
El amor de Dios por nosotros va más allá de nuestra comprensión. Él se preocupa profundamente por nuestra salvación. Él quiere que disfrutemos de la eternidad con Él en su Reino Celestial.
Los que persisten en negarlo como Salvador y que rechazan su compañía, mientras vivan verán que sus deseos se realizarán en la otra vida también. Sus almas y espíritus serán, de una vez por todas, separados de la presencia de Dios por toda la eternidad. Esto se describe en las Escrituras como "una muerte eterna."
Aunque el amor de Dios para todos Sus hijos nunca cesará, Él, con pesar, dejará que se vayan lejos de Él únicamente porque Él respeta su elección, una elección basada en el libre albedrío que Él les ha otorgado desde que fueron concebidos. Él está sin duda dispuesto a salvarlos, pero no puede obligarlos. Ellos tomaron su elección.
|