Pierre Bittar: French Impressionist Artist

MI CREENCIA EN DIOS
por
Pierre Bittar
Junio de 2013

Prólogo

Todos somos diferentes. Nuestra creencia varía según nuestra educación religiosa, pero más importante aún, según nuestra alma o conciencia.

Algunas personas aceptan literalmente lo que les han dicho y otras necesitan ser convencidas para creer. Y por supuesto, están aquellos a los que no les importa o no creen.

Crecí como cristiano y creo en un Dios que se reveló en Jesucristo. Durante mi juventud recibí una buena educación cristiana que me ayudó a convertirme en un cristiano, pero como he explicado anteriormente, yo soy de ese tipo de persona que necesita ser convencido para creer.

Oré a Dios para que me ayudara a comprenderlo y me diera la oportunidad de comunicar mi fe a otros. Yo fui bendecido en 2011 cuando Él respondió a mi oración y me pidió que plasmara en la pintura la vida del Señor. Desde entonces fui inspirado para escribir. Primero escribí un libro acerca de la historia de mi misión a través de la pintura; luego fui inspirado para escribir artículos acerca de Dios y nosotros, estos fueron publicados en mi sitio web, "www.pierrebittar.com", en 17 idiomas alrededor del mundo. Una colección de estos artículos fue impresa en un folleto titulado "Dios y nosotros".

La siguiente declaración titulada "Mi creencia en Dios" resume mi fe en Dios. Esta podría ayudar a algunos de los que todavía están en la búsqueda para saber quién es Dios.

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MI CREENCIA EN DIOS

Yo creo en un Dios poderoso, eterno e invisible que se reveló a sus criaturas en el cielo y en la tierra por medio de Cristo.

Creo que Cristo proviene del seno de Dios y es, desde la eternidad, la única revelación de Dios a los ángeles en el cielo y a los seres humanos en la tierra. Cristo vino como el Verbo de Dios y con el poder del espíritu de Dios creó todas las cosas, y nada fue creado excepto a través de su palabra. Él dio vida a todo lo que fue creado.

Creo que Cristo fue encarnado en Jesucristo, lo que significa que Cristo es el Salvador. Y con el poder del Espíritu de Dios, Jesús nació de la Virgen María. Él vino a la tierra para revelarnos a Dios y para salvar nuestras almas y espíritus de la muerte eterna. Humildemente aceptó todas las humillaciones humanas y, como un cordero, se sacrificó y derramó su sangre en la cruz para limpiar nuestros pecados. Murió, fue enterrado, resucitó al tercer día y ascendió al cielo y está sentado en el poder de Dios para siempre jamás.

Creo que después de que Jesucristo nos dejó y ascendió a los cielos, Él envió su Espíritu Santo para reemplazarlo y estar en cada uno de los que creen en Él. En el final de los tiempos, Cristo vendrá con toda su gloria, para juzgar a los vivos y los muertos e invitará a los justos para vivir con él en su reino por toda la eternidad.